Los Llanos de Brozas y Alcántara constituyen una enorme zona de 51.200,50 ha., de alto valor ecológico, motivo que ha propiciado su declaración como ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves) y LIC (Lugar de Importancia Comunitaria), estando incluida en la Red Natura 2000. Tradicionalmente su principal vocación ha sido el pastoreo y la producción cerealista, ecosistema de llanura creado el hombre que, a nivel mundial, ha adquirido gran calidad al servir de refugio a aves necesitadas de espacio abierto para levantar el vuelo y divisar a sus presas o depredadores, tales como la avutarda, el sisón, el aguilucho cenizo, el alcaraván, la ganga, la ortega o el cernícalo primilla. Es sin duda, uno de los más claros monumentos naturales de la Comarca Tajo-Salor-Almonte, y visita obligada para los amantes de la ornitología. Es evidente que la monotonía del llano, carente casi totalmente de espesura, y falto de hábitat más atractivos para el naturalista, pueden defraudarnos. Pero ojo, la riqueza biológica, y en especial la alta concentración de especies, despejarán cualquier duda cuando decidamos visitarla.
Como ejes de movimiento se han tomado la Cañada Real de Merinas, el Camino de la Cumbre y el Cordel de Arroyo. Iniciaremos la ruta en la Iglesia de Santa María la Mayor para bajar a la Cañada Real y seguirla paralelos a la carretera de Herreruela, cruzar el Jumadiel y la propia carretera, donde poco después tomaremos una pista muy apropiada para ver aves, el camino de la Cumbre. Éste atraviesa otra carretera, en esta ocasión la de Aliseda, y se interna en la finca del Galaperal, donde el encinar entierra el abrumador peso del llano. Por caminos ganaderos, tranquilos y poco frecuentados, alcanzaremos el Cordel de Arroyo, coincidiendo desde aquí hasta Brozas con la comarcana Ruta de la Lana. Este último trecho discurre por dominios del Vaqueril y los Jumadieles, vadeando nuevamente el Jumadiel por un angosto puentecillo y entrando a Brozas cerca de la ermita del Humilladero.
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