El trazado de esta ruta nos lleva a los riberos del Tajo por el antiguo camino de la Barca, ahora más conocido como camino de la Virgen del Río, enclave entrañable para los talavaniegos, pues de hecho aparece representada una barca en su escudo municipal. Y es que, hasta no hace mucho tiempo, por la década de los 60 del pasado siglo, esta vía era muy transitada al ser nexo de comunicación de esta zona con el norte de la región. El talavaniego Julián recuerda como un día le dejaron "cruzar la barca", tiraba con todas las fuerzas de un zagal de la cuerda que hacía mover la barcaza de una a otra orilla. En la margen opuesta del Tajo se encontraba la ermita de su patrona, la Virgen del Rio, pero tras el embalsamiento de las aguas quedó cubierta y entonces construyeron otra en la margen izquierda del río que ya no podía vadearse, dado el sustancioso volumen de agua del Embalse de Alcántara.
El camino, entre dehesas poco pobladas de encinas y un infinito manto blanco de flores de jara, ahora sólo es frecuentado por unos pocos ganaderos, a excepción del día en el que se celebra la romería de la patrona en la ermita. Actualmente, de las tres vías pecuarias clasificadas en Talaván, este camino es el único acondicionado por donde transita la Vereda del Camino Real de Castilla, aunque cortada por las aguas del Tajo. Se trata de una pista con buen firme en progresivo descenso hasta los riberos que bien podremos cubrir a pie, a caballo o con una bicicleta.